Las terapias CAR-T muestran una prometedora eficacia contra el glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral agresivo con alta mortalidad y pocas opciones de tratamiento. Aunque aún en fase experimental, los ensayos clínicos han demostrado resultados alentadores, prolongando la supervivencia de los pacientes y mejorando su calidad de vida en algunos casos. Sin embargo, se requiere más investigación para optimizar estas terapias y ampliar su acceso a un mayor número de pacientes, ya que actualmente su uso está limitado por factores como el costo y la complejidad del proceso. La necesidad de tratamientos efectivos para el glioblastoma es urgente, y las terapias CAR-T representan una luz de esperanza en este campo.