La situación humanitaria en Gaza se agrava críticamente. Hospitales están desbordados, madres e infantes padecen inanición, y el conflicto se describe como la «fase más cruel». Aunque llegan algunos suministros humanitarios tras meses de bloqueo, la falta de acceso a alimentos y otros recursos esenciales es alarmante. El chef Yotam Ottolenghi denuncia el uso de la comida como arma en el conflicto, mientras que Israel considera permitir que grupos de ayuda gestionen la ayuda no alimentaria. La escasez generalizada y la precaria situación sanitaria ponen de manifiesto la urgencia de una intervención humanitaria efectiva.